Las manos son la carta de presentación. La cara se maquilla, el pelo se moldea, pero las manos son el testigo directo, no solo de la edad, sino del tipo de vida que una hace.
Las manos no pueden ser disimuladas en un momento, sino son bien tratadas permanentemente siempre nos dejarán en evidencia.
Aristóteles decía que la mano era el instrumento de los instrumentos.
La parte más útil del cuerpo, instrumento del cerebro, de una estructura perfectamente adaptada a sus diferentes funciones.
Conocer las Manos
Estas, con la edad, pierden la elasticidad, disminuye la grasa hipodérmica, se relajan los tejidos y aparecen manchas oscuras. Si no reciben los cuidados necesarios se secan, deshidratan, y se vuelven ásperas y rugosas, envejeciendo prematuramente.
La hidratación de las manos es tan importante como la del rostro.
Las cremas hidratantes de última generación son de textura ligera y se absorben inmediatamente sin dejar el mínimo rastro de grasa, enriquecidas con agentes calmantes y cicatrizantes que además de reparar actúan como un guante invisible de protección.
Un Paso a Paso para Cuidarlas
- Aplicar en la zona de cutícula un ablandador queratolítico vegetal y dejar actuar.
- Realizar un pulido parisino (sin agua) trabajando con los dedos uno a uno, haciendo énfasis especialmente en los nudillos y palmas.
- Retirar ambos productos con abundante agua.
- Completar el pulido pincelando con una loción o crema de Ahas. Retirar con agua si es necesario.
- Realizar un masaje revitalizante con una crema nutritiva con aceites nutritivos y vitamina E. Con delicadas maniobras masajearemos las manos, antebrazos y codos.
- Aplicar una máscara de belleza y cubrir con film o bandas. Dejar actuar y retirar con abundante agua.
- Como final aplicaremos una crema anti-edad que penetre totalmente.
- Efectuar la manicuría.
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